La Tasa de Interés en Préstamos y Operaciones de Crédito

El termino Tasa de Interés, también conocido como el Tipo de Interés, para algunos puede resultar intimidante, y más aun al tratarse de préstamos personales, préstamos hipotecarios, préstamos de casas de empeño, o de cualquier otro tipo en el cual somos la parte deudora. Sin embargo, el concepto de su aplicación es relativamente simple.

Se trata en esencia del porcentaje al que se nos presta un capital determinado a lo largo de una unidad de tiempo especifica, convirtiéndose así para nosotros en el costo o precio del dinero.

La tasa de interés, cuando nos referimos a préstamos y operaciones de crédito, es el precio de poder disponer de una cantidad determinada de capital, el préstamo, por un tiempo determinado.

Las tasas de interés son determinadas por las propias entidades proveedoras del crédito como los bancos. La competencia entre instituciones financieras y las condiciones actuales del mercado, en combinación con las tasas de interés gubernamentales, funcionan como mecanismo de nivelación para que el cliente siempre obtenga una tasa más competitiva.

Uno de los factores que afectan e incrementan la tasa de interés es el riesgo. Cada operación financiera tiene un nivel de riesgo en particular, el cual es determinado por el perfil de cada uno de los solicitantes que acceden al crédito. Por norma, a mayor riesgo, mayor será la tasa de interés y viceversa.

Por el lado de la política monetaria de cada país, las tasas de interés se utilizan para regular y fomentar el ahorro y/o el consumo. A mayor tipo de interés, la tendencia será a incrementar el ahorro en deterioro del consumo. A menor tipo de interés, la tendencia será a incentivar el consumo en deterioro del ahorro.

Siempre es importante poder diferenciar entre las tasas de interés marcadas por el Estado, mismas que tienen una estrecha relación con los niveles de inflación, y las tasas de interés de quienes ponen a nuestra disposición el crédito. El diferencial entre ambos parámetros nos indica en términos generales el aprovechamiento o ganancia que obtiene quien presta el dinero.

Como regla general, siempre que usted compare tasas de interés, verifique que estas se encuentren expresadas en unidades de tiempo equivalentes entre sí.

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